MUESTRARIO
Soneto a tu risa
Mordería tu risa a dentelladas cuando bebes del cáliz de mi cuello y asomada a tus labios yo me estrello, saltando de un balcón sin balaustradas. Me llega tu sonrisa a bocanadas y deja mis pulmones sin resuello, ¡qué ansias de tragar en atropello tus dientes y su luz a cucharadas! Si quieres, te hipoteco mi alegría, firmando las entradas con tu boca. No importa el interés ni el dividendo; ya tengo suficiente garantía: reír a pierna suelta como loca, al ver siempre mis lágrimas riendo.
Sobre lo que fuimos
Nadie como nosotros ha buscado el sentido de sus manos y ganó con tan poco unos plazos a la vida. Nadie como nosotros comprendió tanto con tan exiguos argumentos. Pero no este lugar, pero no aquellos temblores diminutos. Y ahora que al fin forjamos el pacto de la luz trazando laberintos y buscamos el alma de la palabra en lo lejano y la cicuta, ahora caemos en la cuenta que existe sólo este paisaje tras la ventana, que lo demás no es cierto y que todo será azul a medianoche. Sobre fronteras y templos todo será azul, casi como seguir sin más preguntas. De nuevo, a traición, terminó el otoño, de nuevo soy sobre lo que fuimos. Nadie como nosotros, y aquí sigo, buscándote en el centro de una ventana que no existe.
Los ojos que no me miraron
Intenté acristalar en mi sentido la niebla pronunciada por mis manos y así evitar de nuevo abrir las puertas al duelo lento que se oculta en medio de lo que soy (muy dentro) y lo que no. La oscuridad me hablaba lluvias grises; yo olvidaba mi manto de tormenta. Yo ya no puedo ver azafranales en lo que escribo y soy. Pero esta Luna que acompaña la noche me está haciendo agua todos los vidrios del sentido y me hace ver que pertenezco al Hombre, y que la Luna es roja, el cielo verde, y veo negro todo lo demás.
Texto y contexto
Este vivir en eterna controversia conmigo, este no poder llevar los pies donde quisiera, este calambre en los ojos de hipocondría prematura, esta necesidad de callar, este saber que toda esa imagen que eligió tu idilio se hará pedazos contra mí.
Para qué tanto si mañana ya no será lo mismo: nos hartará el púdico esqueleto que alguna vez amamos, nos olvidará el tiempo con más facilidad, nos cambiará el rostro y la excusa, nos descubriremos míseros y arrancaremos la belleza que nuestros ojos ilusos/ crearon allá donde reposaron.
de Jimena Arnolfi, por Eco
Camino a Qala-E-Naw
Mi boca en el infierno es la palabra de la arena sedienta que nunca te miraba. Una palabra de amor en las tormentas desvanecidas sobre las montañas del Safed Kho.
Desaparecerá el sueño y sus abismos, cumpliéndose el centro del viaje donde sus ojos o sus recuerdos son cortados como riesgos precoces que deberían haber sido orillas.
No vivido, no respirado, en el barranco de los locos queda el polvo de los signos sumisos, nuestros invisibles encierros en la partida, en el roce de nuestras ventanas sin fruto.
(La puerta afgana. Khabul. 2005).
Bosquejo inolvidable
Bosquejo de un corazón en un álamo, esbozo de un amor que se lleva los años tallado de olvido y palabras dulces, con las huellas de un tiempo en un árbol esparcido con hojas secas en recuerdo, de momentos que murieron detrás de un beso. Madera de ironías de un tronco seco tan fuera de este mundo, porque las lagrimas no llegaron mas allá del cerco y en el preludio del amor que te vio partir, como las que abandonan su vida para morir... Fue bosquejo de un corazón en un árbol una tarde que se paso llorando, la lluvia de un mediados de octubre en que el destino lamento haber esperado con el talante del cielo recorrer sus mejillas, humedecer los caminos que fueron tan luengos desde el horizonte en que fuiste aquella realidad, parecida a los sueños que el pesebre despierta y mi mente olvida, vislumbrando amarillo el sol cada tarde; es bosquejo de un corazón en un árbol la sensación de tu respiro en la copa de un álamo... Porque fueron inútiles los trazos de mis manos en la amarga primavera en que te marchaste, agitando el viento hacia mi rostro junto a lirios y lagrimas acomodadas, resbalando por tu vestido retocado tallado de mi amor en el olvido, en el tronco de un árbol.
¿Estarás esta noche?
Ahora que sabemos que la muerte era una acriz mal pagada y que el humo del cigarrillo se lleva la desidia de mi sofá me arrepiento de querer lo que no te digo porque sospecho que tu silencio tiene dueño como el nihilismo uniformador de mi número de móvil que nunca me pides o el sueño multicolor de los chicles que tantas veces dejas pegados en las aceras grises de callejones sin salida al final cambio de idea pero nunca coincidimos aunque a veces estemos a la vez nunca me invitas y yo solo sé lo que puedo sentir pienso en hacer un zumo contigo para beberte tranquilamente y olvidarte sentado en esta playa en la que tantas veces nos hemos citado mientras espero que vuelvas y te asomes a las ventanas del surrealismo enmascarado para encender la velas de nombres con las que esta noche me hagas soñar llenándome los ojos de pétalos de artificio sobre los que imaginarte en mis relojes noctámbulos de naúfrago casual
P-a-r-t-e-s
Reclamo la atención de un chatarrero ( me emociona el desgüace...) El éxodo de todo, o cualquier cosa la luciernaga que enciende mi púpila es inmemorial, transeunte de nostalgia Vuela todavía porque no declino el pasado emergen las garras del ayer en una Nada concluyendo en claves personales los asusto, los llamo ahora, los provoco, los llamo amores Los riego con el agua de un pantano donde fueron a yacer partes mamíferas de mí contingente i-n-existencia Ydesde entonces son lodo Desde entonces me arrugo.
dolorizonte
brotan perros de tus piernas pero diviso sus hilos, y es en tu cuello, donde creía dormir, que hallé la ilusión de que todo era un enjambre de marionetas
ahí comencé a entender los cielos negros y las noches azules lo que es que te coman las alas y saber que no elaborábamos miel sino que reproducimos en la lejanía poemas que gritan odio
ahora veo a las líneas como mariposas y vos brotando de estas con brillos robados del primer minuto
la pasión nos duro un pote de miel un hormiguero y muchas camas enredadas
en el horizonte intento ahogarte, pero continuas pescándome
Geografía altamente inflamable
Esta geografía de montañas y bosques Mecidos por brisas olor a azufre No conoce cortafuegos, sino Ramitas hambrientas de llamaradas compañeras Y tierras que despiden espejismos acuáticos Bajo más de cuarenta grados a la sombra. Ningún momento refresca, y el aire reseco Se niega a pasar por mis labios cuarteados Mientras permite que me ahogue entre sábanas.
Ha llegado el verano, ya empiezan A florecer carteles de “peligro de incendio” -demasiado tarde para medidas preventivas-, En los telediarios los minutos de fútbol Están repletos de llamas y hectáreas ardientes, Con imágenes de tierra al rojo vivo.
Si un árbol envidia los bosques de cenizas Y se consume en deseos inciendarios De un estallido de rayo en escarlata Prendidos juntos en una sola llama Durante una noche de San Juan eterna,
Es porque bien sabe que las brasas disimulan lo ardido Pero no lo que, de un simple soplo, se descubre Altamente inflamable.
Frío
Agujas se hacen lanzas _______________kamikazes _____________________o dagas suenan campanas que mi oído descarta.
Este frío______frío ______no____el _________es
sino mi conciencia _____________voraz _______________de limosnas
Pedantes y mudas __________ríen las palomas
pájaros sin alas
Han pintado el suelo de cielo
___________y yo hoy respiro.
Algo que se envuelve a sí mismo y gesta su propia muerte _____________en sofocamientos de otoño. Las hojas sobre baldosas no señalan más ___________________________que la disponibilidad de las ramas.
Caza mayor
Busco en la cinegética un cebo para mi pico de pájaro perdiz con brazos alados y ojos de búho, en la fauna de la ciudad vertida en los bosques, naturaleza de buitres de presa fácil aquí, allí se cazan rapsodias, ecosistemas abortados por el cañón de la escopeta humana.
Matemática
Numérica estancia de dígitos dormidos en solares calculadoras de tinta invisible y cuarzo rayado, logaritmo neperiano de un verso asonante, sin más fórmulas que las de la libertad de ser geométricamente un poema cerrado, ecuaciones de letras con mil incógnitas por despejar.
Sudáfrica
Rasgando un diamante se dibujó el sueño enfundado en carbón.
S u d a Á f r i c a
Son los dientes del viento incisivos rumores del cielo, remolinos de un mar de granito, cerrando el grifo del surtidor de peces de polvo y paja, una miscelánea compartida por el agua y la roca madre, Cape Town en los bolsillos de algún buscador de tesoros.
Blackpower..................
Bajo el puente
Fabriqué en el cemento un cobijo para un sueño de hormigón, con almohadas de piedras y guijarros por zapatillas. No sólo los ríos habitan en ti.
nota sobre la puerta del frigorífico
El peligro de volar, correr, miedo con la mentira del aprendizaje a cuestas, soledad me ha mostrado su rostro, es guapa, vive en Buenos Aires, mientras tanto tengo el valor de llamar a la puerta en el apartamento de una puta japonesa, entrar en su cuarto para decir que no me gusta, escupo y doy un portazo en el cielo, me ahorro los euros que esta escritura mojada jamás va a resarcir en los bolsillos, enamorado de alicias, borracho de labios nube en cualquier avenida... todo está perdido - y quisiera perderme - refugiado en cervecerías me enveneno los labios al calor de rubias holandesas ¿dónde he dejado el maldito reloj? una chica de aquí me mira, gente bien que habla demasiado, se toca el pelo, me saca la lengua, apuro mi cigarro con melancolía, todo es puro teatro, lo apago sobre el fondo de mi alma, nadie huele este nervio chamuscado de hambre... intento afirmar un rostro de alegrías solitarias, necesidad de trascendencia, sé que ella habita algún territorio me digo; pero también comprendo que el país de las maravillas hace tiempo que se agotó por aquí, lo bueno: vendrá la muerte y nadie se va a llevar lo que no has hecho, grita al mundo con el oleaje de lo que te queda.
Porque sentimos el olor de nuestros cuerpos y nos arañan los sentidos del deseo,
horas convertidas en esperas porque conocemos bien lo que queremos,
y las palabras se rocían de químicas conjuntadas, no hay días que pasemos sin pensarnos, sin olernos,
oblicuos los sentimientos se enredan en nuestras sábanas,
porque hay más, que una conjunción de palabras miradas entrelazadas, mirando un horizonte al alcance de nuestras manos,
manos que se deslizan se entrecruzan, oblicuas, por nuestras nalgas buscando el punto exacto
donde la realidad se confunde con el deseo.
¿Por qué? Si conocemos los daños a terceros,
y nos duele que otras manos recorran nuestra cuerpo.
Será porque te quiero…
Aunque no te tenga.
¿Por qué?
Si deseamos el sabor de nuestros cuerpos.
delicado equilibrio concedido a última hora
Mirá a los lados ya no es necesario buscar más La imagen compartida por los cristales alguna pista te puede dar quizás no sos lo que buscás en otros reflejos
Mirá a los lados Verificá en que planeta hoy estás quizás la gente que duerme cuando vos merodeás te pueda contar de los hijos que perdieron y los que tu apagaste en sórdidas consultas de raspaje
Mirás los lados En uno la playa En otro el mundo urbano que existís hace años y jamás lograste asimilar como vago de profesión con aspiración a burgués
Ya está Lo has logrado Has asesinado tantas botellas Tantos ojos curiosos en bikinis Tanto pelo con Track 2 Te dormiste con punk en la cabeza con blues de sábana rock stone como almohada y un Mhaler que fichó mal de frazada
Sólo resta adivinar la hora del despegue y que todo sea en silencio como aquella vez que paseamos por la Luna
Expectativas
y los años que tardó la vida en consumirlo todo
I Antes de ver en el muro un rostro, es decir una imagen, es decir un cuerpo descubierto, frío. Antes de tatuar con sangre la paloma, el aire inverosímil, circular. Muy antes del esqueleto lascivo, inconstante.
II Mi cuerpo era un paraje desierto en donde la herida arrebataba los nombres henchidos de nada
Extrañándote
castigada... a no verte a sentir el invierno de tu ausencia a esconder la llama que se enciende con recuerdos y palabras...con deseos Ausencia que se siente, me ronda oscureciendo el día.
Ausencia, que no se hacía presente desapercibido el tiempo recorría sin dejar rastro, sin que el reloj de arena presintiera...
La ausencia, me transporta a la melancolía...es por eso que prefiero no ser, no estar, que no seas y no estés presente en mi vida... Muero en ausencias... Muero y olvido...en ausencias...
de Antonietta Valentina Bustamante, por Estancia
Sonrío
Hay brazos de sol que atracan en el cuerpo aún con venganza. Muros pájaro contrayendo ira de la luz. Regiones ciempiés.
También cuatro estaciones de tu ausencia viven a corazón abierto.
Lo sorprendente en los árboles no calla. No hace la fila absurda de la calle. No el disfraz para parques sin fuentes embocadas.
Luego nubes a punto de nieve. Olas de frío inundadas todas las manos que recorren una vida en acercarse.
El diagrama que denuncia como se pone la sonrisa por el abismo de tierra. Aunque el estar retiene un aleteo a tu favor. Sonrío.
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